Pues eso, que feliz navidad.
La verdad es que se dice tanto esa palabra que ha perdido ya toda su gracia, porque nadie sabe qué significa. Pero como sé que hace ilusión, pues eso. Feliz Navidad.
Una época en que la gente no para de gastar dinero en comida y regalos. Una comida de Nochebuena en la que se celebra no se sabe muy bien el qué. Bueno sí, que nació Jesús, supuestamente. Viva, nació Jesús. ¿Y por qué tengo que celebrarlo? Ah, eso ya es otra cosa, que por supuesto poca gente sabe.
El caso, que el resto de dinero se gasta en comprar unos regalos que no se necesitan. Algo así como lo que hacemos el resto del año, sólo que de golpe.
Una época en la que a la gente le da por ser buena. Oye, que a mí me parece estupendo, bienvenido sea... Pero prueba a ser bueno el resto del año, ya verás cómo el mundo va un poco mejor. Que no hay cosa que más me moleste que el puñetero espíritu navideño de "que bonito es todo", "hay que ser buenos porque es Navidad"
Vamos, viva la hipocresía. Seamos buenos en Navidad.
Y luego toda esa gente que acude en masa a misa (vaya juego de palabras). ¿Por qué? Porque es Navidad hombre, que aún no te has enterado.
Que si ya de por sí no sirve para nada, en Navidad aún menos, no se vayan a creer que así los Reyes Magos van a venir más cargaditos.
El caso, que a la primera que le encanta la Navidad es a mí, pero reconozco que no es por el mensaje que se quiera dar. Las calles están llenas de lucecitas, y los niños están muy contentos. Supongo que eso es lo que más me gusta.
La verdad es que sólo quería escribir porque me repatea tantísimo eso de hacerse el bueno en estas fechas... Y sí, soy una pesada, pero soy así; creo que hay que hacerlo durante todo el año, y en vez de comprar tantas estupideces, a ver si probamos a ahcer algún trabajo manual, eh majos? Que también son preciosos y los niños chinos nos lo agradecen seguro.
Lo dicho, Feliz Navidad!
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